El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, está preocupado por el modo en que el gobierno de su país está manejando la reforma de la justicia y los problemas de corrupción. Pero durante su vista a Bruselas (31 de enero 2018), Klaus Iohannis, ha querido dejar claro que el país puede resolver sus problemas por sí mismo, sin necesidad de medidas coercitivas, según es.euronews.com.
„Esta es la razón por la hice algo que generalmente no hago, pronunciarme durante el proceso legislativo”, ha dicho. „He querido explicar por qué es vital que Rumanía garantice la independencia de la justicia. Y esto es por lo que voy a luchar”.
La Comisión Europea había amenazado con tomar medidas ante la inacción de Bucarest, que hasta el momento ha optado por desoir todas sus advertencias. En Bruselas se considera que la independencia de la justica está en peligro tras la última reforma.
Pero hay quien ve en esta crisis una oportunidad de cambio. Judy Depsey, analista política de Carnegie, considera que podría servir para hacer que la diáspora y las nuevas generaciones, regresen al país. „Se les podría enviar a las ciudades y a las localidades pequeñas para ocupar un puesto en los ayuntamientos. El cambio sólo puede venir desde abajo poque la parte superior está demasiado atrincherada”, afirma.
El Tribunal Constitucional rumano ya ha indicado que varios artículos de la reforma judicial deberán ser modificados.
Foto: www.presidency.ro
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