Solo unos días después de que las jugadoras del CFF Albacete B abandonaran un partido de la liga regional de Castilla-La Mancha por los continuos desprecios que, según denunciaron, les dirigió el árbitro a lo largo del encuentro, otro equipo de fútbol femenino, en este caso de la máxima categoría, vuelve a poner en tela de juicio el comportamiento de un colegiado con una de sus futbolistas. La rumana Elena Pavel, jugadora del Cajasol Sporting Huelva, ha denunciado que Santiago Quijada Alcón, árbitro del partido de la Primera División femenina que disputaron este domingo en Badajoz ante el Santa Teresa, le dijo en un momento del choque: «Morena, esta tarde me tomaría un café contigo». Un partido polémico, correspondiente a la decimocuarta jornada de la máxima competición nacional del fútbol femenino, que concluyó con victoria del conjunto extremeño por 3-2, informó el periódico ABC.es.
Pavel, que según su testimonio respondió al árbitro diciéndole «mejor dedícate a pitar», ha explicado este lunes a Efe que interpreta que el árbitro le «quiso provocar», pero que no entró «en su juego». En este sentido, ha asegurado que esas palabras fueron parte de un mal arbitraje de Quijada Alcón, que expulsó a dos jugadoras del equipo onubense, que no señaló un penalti a favor del Sporting Huelva y que pitó otro en contra, según la futbolista rumana. «He dejado de creer en el fútbol, en el juego limpio. Me siento impotente, humillada. En muchos años que llevo practicando este deporte no he sentido tanta vergüenza», ha asegurado la futbolista, quien ha lamentado la continua «falta de respeto» del árbitro cada vez que se dirigía a ellas, siendo su actitud «prepotente».
También en declaraciones a Efe, Sara Serrat, guardameta del Sporting Huelva que fue expulsada tras un choque con una rival al despejar un balón aéreo, ha considerado «dudosa» la roja que le mostraron y ha afirmado que el árbitro se «inventó» el penalti que significó la derrota de la formación onubense.
La guardameta ha señalado que si «dura» fue la derrota «aún más duro es tener que ver cómo el fútbol femenino no sigue creciendo por ciertas personas que lo hacen inferior». «Todas las faltas pitadas eran a favor de ellas y escasas a favor nuestra y después el penalti inventado en los últimos minutos que les daba la victoria», ha añadido Serrat, quien ha reconocido que le dolió «la falta de respeto -del árbitro- hacia las jugadoras y cuerpo técnico», según la fuente citada.