Primero de marzo – Fiesta del Martisor

Primero de marzo - Fiesta del Martisor

Martisor es un calendario representado simbólicamente por una cinta de dos colores que reúne los días, semanas y meses del año en dos estaciones, invierno y verano, un regalo del primero de marzo, el día de Dochia, antiguo comienzo del año agrícola. El nombre de la fiesta Martisor deriva de la palabra rumana martie (marzo). El famoso Martisor, es enlazado con una cuerda roja y blanca, se utiliza como amuleto para atraer la buena suerte.

UNESCO ha concedido la condición de “patrimonio cultural inmaterial” a la fiesta del Martisor.

Generalizado hoy en día en pueblos y ciudades, Martisor se compone de dos hilos de color blanco y rojo, que sostiene una artesanía que debe regalarse a las niñas y mujeres que lo cuelgan en el pecho uno o más días.

Aunque nadie sabe exactamente cuándo esta datada esta tradición, por lo general se sabe que el primer día de la primavera se celebra desde hace 8000 años y Martisor tiene sus raíces en las creencias y prácticas agrícolas desde entonces.

Los romanos celebraban el comienzo de la primavera el 1 de marzo, mes que llevaba el nombre de Marte, el dios protector de los campos y los rebaños, el dios que personifica el renacimiento de la naturaleza. Aunque esta costumbre lleva su nombre, no tiene ninguna connotación marcial. Dicen que el Martisor trae suerte y felicidad. Consiste en una cinta roja con blanco, el rojo simboliza el invierno – el blanco la primavera. A esta cinta se añaden otros símbolos de la suerte, como por ejemplo, un trébol de cuatro hojas, una herradura, un deshollinador o un corazón. Martisor se usa en la ropa, a la vista, durante varios días, a partir del 1 de marzo.

En los tiempos de Dacia, los símbolos de la primavera se manufacturaban durante el invierno y se llevaban sólo después de 1 de marzo. Martisor era entonces guijarros blancos y rojos colgados en un hilo y se llevaban alrededor del cuello. El color rojo dado por el fuego, sangre y sol, era símbolo de la vida, o sea la mujer y el blanco ofrecido por la claridad del agua, era específico para la sabiduría de los hombres. El hilo del Martisor es por lo tanto la mezcla armoniosa de los dos.

Según otras fuentes, el Martisor consiste en monedas colgadas en alambres delgados de lana, blanco y negro. La elección de la moneda, oro, plata o bronce, indicaba el estatus social. Los dacios creían que estos amuletos llevaban fertilidad, hermosura y combaten la quemadura del sol. Se llevaban hasta que los árboles daban en flor y se colgaban de sus ramas.

Según algunas tradiciones, el hilo del Martisor, una cuerda de 365 o 366 días, se giraba por la Vieja Dochia al subir las ovejas a la montaña. Al igual que las brujas del destino que giran el hilo de vida al nacer, Dochia es la hilandera de primavera, con el nacimiento de la agricultura.

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Por lo tanto, como es inseparable de la tradición de la Dochia de los Cárpatos, podemos decir con certeza que Martisor es una costumbre muy antigua de Rumania y se encuentra en todas las zonas habitadas por rumanos y Macedos, y luego se extendió a otras naciones de Europa central y sudoriental.

Costumbres similares se pueden encontrar en la zona de los Balcanes donde viven rumanos, en Bulgaria (en donde se llama „Мартеница” – „Martenitsa”), Moldavia, Macedonia y Albania.

La fuente: EMBAJADA DE RUMANIA en el Reino de España y la Agencia rumana de prensa AGERPRES