Las familias de seis víctimas mortales del accidente ocurrido ayer al paso de la localidad de Freginals (Tarragona), en el que murieron trece universitarias, se han desplazado a Tortosa para proceder a la identificación de los cuerpos, según ha explicado hoy el conseller de Interior, Jordi Jané, informó el periódico ABC.es.
Las trece fallecidas tienen entre 19 y 25 años, siete de ellas son italianas, dos son de Alemania, una de Rumanía, una de Francia, una de Uzbekistán y una de Austria. Habían acudido a presenciar la Cremà en Valencia y la muerte les sorprendió en el regreso a Barcelona.
Según el propio Jané, las familias de cinco chicas italianas fallecidas y de otra joven de Uzbekistán ya han llegado, y en camino están los allegados de una víctima de Rumanía. En cuanto a las italianas, el padre de una de ellas, Valentina Gallo, llegó anoche y fue el primero en identificar a su hija como una de las fallecidas.
Vidas rotas en la carretera
Valentina era una estudiante nacida en Florencia de 22 años. Cursaba actualmente la carrera de Economía y Administración en Barcelona, donde había llegado el pasado mes de enero para completar el segundo cuatrimestre. En un anuncio publicado para encontrar compañero de piso en la Ciudad Condal, se definía como «ordenada y extrovertida», mostraba su gusto por «la cocina, el cine, el arte y la fiesta» y expresaba su preferencia por «un compañero o compañera que hablara español».
Otra víctima identificada es Francesca Bonello, de 24 años, disfrutaba de su Erasmus en Barcelona, donde cursaba estudios de Medicina. Por su parte, Serena Saracino, de 22 años, era estudiante de Farmacia en la Universidad de Turín. Su familia no pudo contactar con ella durante la jornada del domingo y decidieron trasladarse de inmediato a Tarragona. Su padre reconoció el cadáver de la joven en el Hospital de Tarragona, según informa el medio italiano ‘La Repubblica’. Habría cumplido 23 años el próximo 28 de marzo, Lunes de Pascua. «Era un ángel, con el cabello largo, muy estudiosa y obediente, algo difícil de encontrar hoy. Amaba Barcelona, pero le ha costado la vida y esto ha matado también a su madre y a su padre», ha expresado su padre.
Elena Maestrini, de 22 años y nacida en Grosseto es otra de las fallecidas. Como Valentina, estudiaba Economía y residía en Barcelona desde hacía un par de meses. Sus familiares la describen en el diario ‘Il Corriere de la Sera’ como «una joven entusiasta, feliz de poder estudiar en el extranjero, llena de vida y simpática».
Las otras tres víctimas de Italia son Elisa Valent, Lucrezia Borghi y Elisa Scarascia Mugnozza. Las siete tenían entre 22 y 25 años. Los familiares de las víctimas y los heridos, están desplazándose hasta Tarragona y continúan las labores de identificación, particularmente difíciles porque la mayor parte de los estudiantes a bordo del autobús siniestrado no llevaban consigo ningún tipo de documento personal.
Annalisa Riba estudiaba, como Serena, Farmacia en Turín. Eran amigas y viajaban juntas, pero ella tuvo mejor suerte. Resultó herida de gravedad pero avisó a sus padres por teléfono de que estaba viva.
La tragedia también golpea a Rumanía
Además de las siete italianas, también ha trascendido el nombre de la joven rumana que perdió la vida en el siniestro. Se trata de Verónica Matcovici, de 24 años y estudiante de Geografía. Había dejado la prestigiosa Universidad Alexandru Ioan Cuza de la ciudad de Iași para trasladarse hasta Barcelona, donde estudiaba este curso gracias a una beca.
A bordo del autocar viajaban viajaban 56 estudiantes de 14 nacionalidades. La mayor parte de los jóvenes dormían cuando sucedió el trágico accidente y algunos cambiaron de autobús al volver.
Los cadáveres han sido trasladados al Hospital de Tortosa, donde un grupo de psicólogos atiende desde ayer por la noche a las primeras familias que han llegado para reconocer los cuerpos. Los 34 heridos, en cambio, han sido trasportados a hospitales de la región, según la fuente citada.