Volkswagen se enfrenta a serias multas en EE.UU., a causa del escándalo de la emisión de gases, y la directiva de la empresa se encuentra inmersa en complicadas negociaciones con la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) sobre las condiciones para adaptarse a su regulación. Se estima que solamente en ese país hay unos 600.000 vehículos diesel que podrían llegar a emitir hasta 40 veces el límite legal y cada matiz que la EPA establezca en su adaptación supondrá modificaciones millonarias en los resultados de la compañía alemana. En este contexto, y como parte del acuerdo entre Volkswagen y la administración estadounidense, el fabricante ha sido “invitado” a emplear la planta de producción que tiene en Chattanooga (Tennessee) para producir coches eléctricos que serían destinadas en su mayor parte al consumo doméstico, informó el periódico ABC.es.
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El acuerdo, según ha avanzado la agencia Reuters, incluiría además la colaboración del fabricante en la puesta en marcha de una red de estaciones de carga eléctrica, las denominadas electrolineras, a lo largo y ancho del país, y serviría para ablandar las sanciones que Volkswagen deba afrontar en este país. Dadas las circunstancias, le será muy difícil negarse.
“Estamos todavía negociando”, han confirmado desde EE.UU. fuentes de la EPA. Fuentes de la sede central de Volkswagen en Wolfsburg, por su parte, han declinado comentar esta información, pero parece evidente que el acuerdo podría resultar beneficioso para ambas partes. EE.UU. se ha planteado como meta un millón de coches electrónicos circulando por sus calles. El año pasado solamente había matriculados 280.000 y este compromiso serviría de impulso a los objetivos de la administración, ya que supondría además una rebaja del precio de los automóviles eléctricos. Los objetivos de Volkswagen son no superar la recompra de 10.000 vehículos con el software trucado y resolver la reparación de unos 350.000 con la instalación de un nuevo catalizador.
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Si la negociación llega a buen puerto, supondría un trasvase de inversiones poco despreciable. Volkswagen se plantea la producción de hasta 20 modelos de coches eléctricos en 2010 y en diciembre su directiva aprobó inversiones de hasta mil millones de euros para poner en marcha el proyecto el Porsche eléctrico rival de Tesla, toda una línea de penetración en el mercado de la que los directivos de Volkswagen hablan como la “Misión E”, según la fuente citada.